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¿Puede el plástico PET respaldar el principio de las 3R (reducir, reutilizar y reciclar) hacia la sostenibilidad?

2025-01-09
El tereftalato de polietileno (PET), uno de los inventos clave del siglo XX, se convirtió rápidamente en un material básico en la industria del embalaje debido a su peso ligero, su alta resistencia y su excelente moldeabilidad. Más allá del embalaje, su potencial se ha expandido a industrias como los vehículos eléctricos, los drones y la energía solar. Sin embargo, el PET también enfrenta desafíos importantes relacionados con la contaminación ambiental y el desperdicio de recursos, lo que plantea importantes preguntas sobre su papel en el desarrollo sostenible.

¿Tiene el plástico PET realmente potencial de reutilización?

La sostenibilidad es una fuerza impulsora en el mundo actual, con economías circulares y bajas en carbono que transforman las industrias a nivel mundial. En diciembre de 2024, las negociaciones del tratado sobre el plástico en Busan, Corea del Sur, reflejaron un intenso debate entre los defensores de la gestión de los residuos plásticos y los que presionan por una prohibición total del plástico, sin llegar a una conclusión clara.


Esto plantea la pregunta: ¿el plástico PET tiene un potencial real de reutilización? Si bien las botellas de PET se utilizan ampliamente en la industria de las bebidas, por lo general no son adecuadas para rellenarse debido a las normas de higiene y las preocupaciones por la migración química. Sin embargo, el PET muestra potencial en otras aplicaciones, como bienes de consumo duraderos (por ejemplo, contenedores de almacenamiento, cajones de refrigeradores) debido a su resistencia mecánica y propiedades de larga duración.


Además, las técnicas avanzadas como la copolimerización pueden mejorar la resistencia y la fuerza del PET, lo que prolonga su vida útil para diversas aplicaciones. Esto no solo mejora la longevidad del material, sino que también promueve un reciclaje eficiente, lo que favorece la sostenibilidad.


Si bien la reutilización directa no siempre es factible, el PET sigue siendo un material reciclable. Su beneficio ambiental reside en los sistemas de reciclaje de circuito cerrado, como el reciclaje “botella a botella”. Este proceso, que convierte las botellas de PET usadas en rPET (PET reciclado) de alta calidad para usos alimentarios, reduce la dependencia del PET virgen y promueve un futuro más sostenible.


El plástico PET virgen enfrenta críticas

A medida que se intensifica la contaminación plástica, la industria del embalaje se considera cada vez más como un importante contribuyente a las emisiones globales de carbono. En particular, el plástico PET virgen, derivado del petróleo, ha enfrentado críticas generalizadas debido a su impacto ambiental a largo plazo. En respuesta a este desafío, muchos países y regiones han comenzado a tomar medidas para promover el reciclaje y la reutilización de botellas para mitigar los efectos negativos de la contaminación plástica.


En la Unión Europea, el PET reciclado se ha convertido en un objetivo clave en el diseño y la producción de envases. Según la Estrategia de la UE para los Plásticos, de aquí a 2025 todos los envases de plástico deberán ser reciclables de forma eficiente y todas las botellas de PET deberán contener al menos un 25 % de material reciclado. Además, la UE ha impulsado una Directiva sobre Reciclado de Plásticos, que exige a los Estados miembros establecer sistemas de reciclado sólidos y fomentar la reutilización de los materiales de envasado.


A nivel mundial, organizaciones como el Tratado de Plásticos y la Alianza Mundial de Plásticos están abogando por una mayor inversión en plásticos reciclados e instando a los gobiernos a implementar requisitos de reciclaje más estrictos, en particular fomentando el uso de al menos un 30% de PET reciclado en las botellas. Estos esfuerzos reflejan la necesidad urgente de la industria de reducir la dependencia del PET virgen y mitigar su impacto ambiental.


Estado actual del desarrollo de rPET

En respuesta a los crecientes desafíos ambientales y la escasez de recursos, la industria está impulsando activamente innovaciones tecnológicas para explorar métodos de reciclaje de menor costo y mayor pureza. Los sistemas de reciclaje de circuito cerrado, como el reciclaje botella a botella, se están convirtiendo en un área clave de atención. Este enfoque permite reciclar botellas PET usadas para convertirlas en PET reciclado de grado alimenticio (rPET), lo que facilita la reutilización eficiente de los recursos.


Sin embargo, en la práctica, el coste del rPET de alta calidad suele ser superior al del PET virgen, una tendencia que se observa especialmente en el mercado europeo. Las principales razones de ello residen en la complejidad y el elevado coste de las tecnologías de reciclado actuales. El proceso de reciclado implica múltiples etapas, como la limpieza, la clasificación, la trituración, la fusión y la granulación, cada una de las cuales requiere un equipo sofisticado y un estricto control de calidad para garantizar que el PET reciclado cumpla las normas de seguridad alimentaria y rendimiento. Además, la infraestructura de reciclado actual aún no está totalmente extendida y la capacidad de producción a gran escala sigue siendo limitada, lo que aumenta aún más los costes.


A pesar de estos desafíos, no se deben pasar por alto las ventajas del reciclaje de PET en circuito cerrado. Una vez que la tecnología madure y se amplíe, tendrá el potencial de reducir significativamente la demanda de plásticos vírgenes y mitigar en gran medida el impacto ambiental de los desechos plásticos. Por lo tanto, el PET no es sinónimo de "insostenibilidad", sino que es más bien un material con un valor ambiental significativo. 


El potencial y los desafíos de la tecnología de reciclaje de enzimas

La industria está explorando métodos de reciclado rentables y de alta pureza, y el reciclado enzimático se perfila como una solución prometedora. Mediante el uso de biocatalizadores específicos, el reciclado enzimático degrada de manera eficiente los desechos de PET, al tiempo que reduce significativamente el consumo de energía y los costos en comparación con los métodos tradicionales.


Un avance reciente de la Universidad Nacional de Kyungbuk y CJ CheilJedang desarrolló KUBU-M12, una enzima que puede degradar el 45 % del PET en una hora, más del 90 % en ocho horas y casi el 100 % en doce horas. Este avance brinda nuevas esperanzas para reducir la contaminación plástica y apoyar la economía circular.


Sin embargo, aún quedan varios desafíos para su comercialización generalizada. La estabilidad y la escalabilidad de las enzimas deben mejorar para satisfacer las necesidades industriales, y la infraestructura de reciclaje global aún carece de desarrollo de redes, precisión de clasificación y respaldo de políticas.


En la actualidad, la mayoría de las botellas de plástico utilizan plástico virgen debido a su menor costo y mayor consistencia de calidad. La transición al PET reciclado de alta calidad requerirá avances tecnológicos, orientación política y una mayor conciencia ambiental por parte de los consumidores. A pesar de los desafíos, el reciclaje enzimático tiene un potencial significativo para un futuro plástico sustentable.


El avance de los plásticos ecológicos de origen biológico

El desarrollo de materiales de origen biológico se ha convertido en un tema clave en la industria del plástico, impulsado por la creciente demanda de soluciones sostenibles. A diferencia del PET tradicional basado en petróleo, el PET de origen biológico y las alternativas como el PEF (furanoato de polietileno) están ganando cada vez más atención. El PET de origen biológico incorpora recursos renovables, como el etilenglicol de origen vegetal, que reduce significativamente las emisiones de carbono durante la producción. Esto lo convierte en una opción más respetuosa con el medio ambiente en comparación con los plásticos derivados del petróleo.


El PEF, otra alternativa notable, ofrece características de rendimiento mejoradas. Supera al PET en propiedades de barrera de gas y también cuenta con una resistencia mecánica y durabilidad superiores. Estas cualidades hacen del PEF una solución atractiva y ecológica para la industria del envasado, con potencial para una adopción generalizada.


Estas innovaciones no sólo ofrecen una vía viable para que la industria del plástico haga la transición hacia materiales más ecológicos, sino que también respaldan el logro de los objetivos globales de sostenibilidad. Al combinar técnicas de producción con bajas emisiones de carbono con el reciclaje, los materiales de origen biológico están dando forma a un futuro más responsable y eficiente para los plásticos.


La responsabilidad de los fabricantes de plástico

Como uno de los diez principales productores mundiales de resinas PET de alto rendimiento, Wankai New Materials Co., Ltd. reconoce la necesidad urgente de abordar el creciente problema de la contaminación plástica. Los fabricantes tienen la responsabilidad de implementar medidas efectivas para reducir su impacto ambiental y fomentar el desarrollo sustentable.


En consonancia con este compromiso, Wankai New Materials ha adoptado principios de producción ecológica, centrándose en prácticas de fabricación con bajas emisiones de carbono. La empresa ha instalado sistemas fotovoltaicos en tejados para aprovechar la energía renovable, demostrando así su innovación en aplicaciones energéticas sostenibles. Además, al utilizar el calor residual de las reacciones de esterificación para generar energía, la empresa mejora significativamente la eficiencia energética al tiempo que promueve soluciones de conversión de residuos en recursos.


Además de mejorar la sostenibilidad de sus procesos de producción, Wankai New Materials también está impulsando el progreso en el reciclaje de PET y el desarrollo de plásticos de origen biológico. La empresa está invirtiendo en tecnologías de producción de rPET de alta pureza, explorando métodos de reciclaje de enzimas e investigando PET de origen biológico y alternativas totalmente de origen biológico como el PEF. Estas iniciativas brindan a la industria del plástico soluciones viables y respetuosas con el medio ambiente y apoyan la transición hacia una economía más ecológica y con bajas emisiones de carbono.


Conclusión

Si bien seguimos beneficiándonos de la comodidad y la eficiencia que ofrece el PET, es fundamental reconocer que la industria del plástico está trabajando activamente en pos de una transformación ecológica. Desde la adopción de métodos de producción sostenibles hasta la innovación de materiales ecológicos, estos esfuerzos están realizando importantes contribuciones para reducir el impacto ambiental y promover la economía circular. Juntos, miremos hacia adelante y apoyemos el camino de la industria hacia un futuro más sostenible.

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