Los objetivos de Costa Rica incluyen reducir la contaminación plástica en un 91% en la tierra y el agua, y alcanzar una circularidad del plástico del 54% para 2040. La hoja de ruta emplea una metodología basada en datos para evaluar la contaminación plástica, explorar soluciones y trazar el camino a seguir.
Según la Hoja de Ruta Nacional de Acción contra el Plástico, “la contaminación plástica es un problema transversal que afecta especialmente a las poblaciones vulnerables, incluidas las comunidades rurales, los grupos indígenas, las personas de ascendencia africana y las mujeres”.
Costa Rica también forma parte de la Alianza de Acción Mundial sobre Plásticos (GPAP) del Foro Económico Mundial, una plataforma de múltiples partes interesadas dedicada a abordar la contaminación plástica y los compromisos de reducción de desechos, y la iniciativa más grande del mundo que aborda la contaminación plástica.
Si se implementa con éxito, la hoja de ruta de Costa Rica podría conducir a una reducción del 76% en la quema de plástico al aire libre, un 39% menos de residuos plásticos enviados a vertederos, un ahorro del 26% en los costos de gestión de residuos plásticos del gobierno y un 24% menos de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), según el GPAP.
A pesar de su tamaño relativamente pequeño, Costa Rica alberga el 6% de la biodiversidad del planeta, que se ve amenazada por la contaminación plástica.
Para afrontar este desafío, Costa Rica lanzó su Alianza Nacional de Acción por el Plástico (PANP) el año pasado y está impulsando iniciativas a través de una hoja de ruta nacional que implementa un enfoque multisectorial. La PANP se basa en un Comité Directivo integrado por el gobierno, el sector privado, la academia y la sociedad civil, que proporciona la dirección estratégica de la hoja de ruta y garantiza la inclusión.
En 2022, Costa Rica generó aproximadamente 232.000 toneladas de residuos plásticos, aproximadamente 46 kg por persona. Aproximadamente el 20 % de estos residuos se gestionó incorrectamente, terminando en ríos, océanos, suelos o quemándose a cielo abierto.
El país ha implementado diversas medidas legislativas y regulatorias, incluyendo:
El GPAP destaca que el NPAP Costa Rica pone un fuerte énfasis en la colaboración, la promoción de la innovación, el fortalecimiento de las alianzas intersectoriales y el fomento del cambio de comportamiento sostenible.
El sector privado también está contribuyendo activamente; por ejemplo, empresas como Ficus Box han introducido envases reutilizables como alternativa a los plásticos de un solo uso.
Si bien la Hoja de Ruta Nacional de Acción sobre Plásticos no menciona explícitamente el tereftalato de polietileno (PET), es ampliamente reconocido a nivel mundial como un plástico clave en botellas de bebidas y envases de alimentos debido a su reciclabilidad y potencial de circularidad.
Dados los compromisos de Costa Rica con la circularidad del plástico y la reducción de residuos, es razonable inferir que la hoja de ruta fomenta el fortalecimiento de los sistemas de recolección y reciclaje de PET. En concreto, el reciclaje botella a botella de PET reciclado de grado alimenticio (rPET) se alinea con las mejores prácticas internacionales para reducir la presión en los vertederos y las emisiones de gases de efecto invernadero.
Los esfuerzos para expandir el uso de rPET, sujeto a estándares de seguridad y rendimiento, respaldarían los objetivos ambientales más amplios de Costa Rica y contribuirían a una economía del plástico sostenible.
Contexto global
Otros países también están tomando medidas decisivas para combatir la contaminación por plásticos de un solo uso, entre ellos Pakistán, Filipinas, los Países Bajos y los Estados Unidos.
Referencias