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El impacto de las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos en la industria del poliéster ha sido particularmente significativo, especialmente después de que Estados Unidos impusiera aranceles y derechos antidumping a los productos de poliéster chinos. Desde 2015, productos como la resina PET para botellas han estado sujetos a derechos antidumping y antisubvenciones, lo que básicamente impide que estos productos ingresen al mercado estadounidense. Por ejemplo, los aranceles estadounidenses sobre las películas y resinas PET chinas han cortado las rutas comerciales, lo que ha obligado a estos productos a encontrar canales alternativos para ingresar al mercado estadounidense. Sin embargo, los hilos industriales de poliéster aún mantienen cierta participación de mercado en Estados Unidos.
Además, la Comisión de Comercio Internacional de los Estados Unidos (USITC) ha llevado a cabo múltiples investigaciones antidumping sobre resinas PET de China, Canadá, India y Omán, y ha impuesto sistemáticamente derechos antidumping durante las revisiones relacionadas. Estas políticas comerciales han intensificado las tensiones comerciales entre China y los Estados Unidos, limitando en particular el acceso de los productos de poliéster chinos al mercado estadounidense, especialmente en aplicaciones no textiles.
Con la expectativa de que la administración Trump seguirá aplicando políticas proteccionistas, especialmente la imposición de aranceles elevados a los productos chinos, se prevé que las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China se intensificarán en los próximos años. Si bien otros mercados, como el sudeste asiático, Oriente Medio y América Latina, pueden convertirse en nuevos objetivos de exportación para los productores chinos de poliéster, también se espera que aumenten las barreras comerciales y las medidas antidumping en estos mercados.
Las políticas energéticas de la administración Trump apuntaban a posicionar a Estados Unidos como líder mundial en producción de energía, particularmente en petróleo y gas natural. Entre las medidas clave se encontraban la flexibilización de las regulaciones ambientales, el aumento de los permisos de perforación de petróleo y gas a nivel nacional y el fomento de la producción de petróleo de esquisto bituminoso. Estas políticas impulsaron significativamente la producción petrolera estadounidense, convirtiendo al país en uno de los mayores productores de petróleo a nivel mundial y reduciendo su dependencia del petróleo extranjero. Como resultado, el aumento de la oferta interna de petróleo ayudó a reducir los precios mundiales del petróleo.
Para los fabricantes de poliéster, la caída de los precios del petróleo reduce directamente los costos de producción, mejorando su competitividad global. Las políticas energéticas de Trump, al garantizar un aumento en la producción nacional de petróleo, contribuyeron a la independencia energética de Estados Unidos e incidieron indirectamente en las fluctuaciones de los precios mundiales del petróleo. Si bien estas políticas ofrecieron ventajas de costo a corto plazo para los productores de poliéster, la volatilidad a largo plazo de los precios mundiales del petróleo sigue siendo una fuente de incertidumbre, en particular en períodos de fuertes fluctuaciones de precios.
Tras los resultados de las elecciones presidenciales estadounidenses de 2024, con la victoria de Trump, el índice del dólar estadounidense se disparó y el yuan chino se depreció drásticamente. El 7 de noviembre de 2024, el yuan offshore superó la marca de 7,2.
La depreciación del yuan puede impulsar la competitividad de los exportadores chinos, en particular en un entorno de precios bajos del petróleo, lo que podría ayudar a los productores chinos de poliéster a ampliar su participación en el mercado. Sin embargo, si el yuan se deprecia demasiado rápido, puede impulsar a otras regiones a implementar medidas proteccionistas comerciales más estrictas, lo que exacerbaría las barreras comerciales en la industria mundial del poliéster, especialmente en los mercados de Estados Unidos y Europa.
Durante la administración Trump, las alzas de las tasas de interés de la Reserva Federal fortalecieron el dólar estadounidense, atrayendo a más inversores. Al mismo tiempo, la escalada de la guerra comercial entre China y Estados Unidos condujo a la imposición de aranceles y derechos antidumping sobre productos chinos, incluido el poliéster, lo que ejerció presión sobre el tipo de cambio del yuan. Los analistas predicen ampliamente que las políticas de Trump podrían reforzar aún más la fortaleza del dólar estadounidense, en particular frente al yuan. Este fenómeno de fortalecimiento del dólar aumenta el costo de las exportaciones de China, especialmente los productos de poliéster, lo que hace que los productos chinos sean menos competitivos en el mercado internacional.
Las políticas de Trump, en particular su postura sobre la desglobalización y el proteccionismo comercial, han creado incertidumbre en torno a las expectativas futuras sobre los tipos de cambio del dólar estadounidense y el yuan. En consecuencia, las fluctuaciones del dólar y el yuan son factores críticos que hay que vigilar para el mercado mundial de PET, especialmente en relación con las exportaciones a los Estados Unidos.
El fenómeno de la prisa por exportar se puede observar en múltiples industrias, en particular en el contexto de las exportaciones de poliéster de China en épocas de depreciación de la moneda. A medida que el yuan chino se debilita, los exportadores pueden beneficiarse de una ventaja competitiva en materia de precios, lo que los impulsa a aumentar su participación en el mercado exterior, especialmente en regiones como el sudeste asiático, Oriente Medio y América Latina. Este aumento de las exportaciones puede ser particularmente ventajoso para industrias como el poliéster, donde las fluctuaciones de precios a menudo influyen en la demanda.
Sin embargo, la situación presenta un arma de doble filo. Una devaluación aguda o prolongada del yuan puede provocar medidas proteccionistas en otros países, como aranceles antidumping o barreras comerciales, como lo demostró Estados Unidos durante la guerra comercial de la administración Trump. Los aranceles de represalia y el aumento de la fricción comercial ya han mostrado efectos negativos en las exportaciones estadounidenses, lo que sugiere que China podría enfrentar presiones similares si los socios comerciales deciden tomar medidas de protección. Además, una devaluación prolongada podría desencadenar presiones inflacionarias internas, que pueden socavar la propia estabilidad económica de China a largo plazo; las tensiones comerciales, en particular con socios importantes como Estados Unidos, podrían desafiar las perspectivas de crecimiento de las exportaciones chinas de PET.
Las tensiones comerciales actuales entre Estados Unidos y China, las fluctuaciones en las políticas energéticas y la volatilidad del tipo de cambio de las divisas presentan oportunidades y desafíos para los fabricantes chinos de poliéster. Si bien la depreciación del yuan chino puede mejorar la competitividad de las exportaciones, también podría provocar reacciones proteccionistas de otros países, exacerbando las barreras comerciales globales y potencialmente debilitando las perspectivas de crecimiento a largo plazo.
En respuesta al complejo entorno del mercado global, los participantes de la industria del poliéster deben adoptar estrategias como la diversificación de los canales de mercado, la mejora del valor del producto y el fortalecimiento de la gestión de la cadena de suministro. Además, centrarse en la innovación tecnológica, mejorar la calidad del producto y ofrecer un servicio al cliente superior será crucial para afrontar los cambios futuros del mercado y garantizar un crecimiento sostenido.
Referencia
1. Red de información sobre fibras químicas de China (7 de noviembre de 2024).Las elecciones estadounidenses concluyen: las empresas chinas de poliéster podrían experimentar una oleada exportadora a corto plazo
2. CGI Economics & Policy (21 de marzo de 2019).El verdadero costo de la guerra comercial de Trump
3. Xe Corporativo (17 de octubre de 2024). Cómo las elecciones estadounidenses de 2024 podrían revolucionar los mercados de divisas: lo que su empresa debe saber
4. Morgan Stanley (18 de septiembre de 2024).Un camino accidentado para el dólar estadounidense
5. Cornell SC Johnson (14 de junio de 2024).Titanes del comercio: el impacto de la guerra comercial entre Estados Unidos y China en la economía global
6. El Proyecto Presidencial Estadounidense (23 de octubre de 2019).Hoja informativa: El presidente Donald J. Trump está poniendo fin a la guerra contra la energía estadounidense y abriendo una nueva era de dominio energético
7. Tucson Sentinel (20 de septiembre de 2024)La producción de petróleo y gas de EE. UU. aumentó a niveles récord tanto con Trump como con Biden-Harris