Cotización
El equipo utilizó un proceso de pirólisis a escala de laboratorio para tratar tanto el PET de desecho como los cátodos de baterías de iones de litio usadas que contenían níquel-cobalto-manganeso (NCM). Al calentar los materiales a 550 °C durante 30 minutos sin necesidad de productos químicos adicionales, lograron una notable recuperación del 99 % de metales valiosos: litio, níquel, cobalto y manganeso.
Este innovador método aprovecha las reacciones químicas entre el PET y el NCM a altas temperaturas, extrayendo de manera eficiente estos metales críticos necesarios para la transición a soluciones energéticas sustentables. A medida que aumenta la demanda de metales como el litio, el níquel, el cobalto y el manganeso debido a su uso en baterías de vehículos eléctricos y otros productos electrónicos, este proceso ofrece una solución prometedora para reducir la dependencia de la minería y mejorar la recuperación de recursos.
Aunque se sabe que el PET se degrada y sufre craqueo térmico a temperaturas más bajas, lo que puede complicar su uso en pirólisis, los investigadores aprovecharon esta propiedad. La degradación del PET liberó radicales libres y gases reductores, que interactuaron con los materiales NCM para alterar la red cristalina estable de iones de litio, níquel, cobalto y manganeso. Esta interacción facilitó la separación y recolección de los metales de interés, lo que condujo a una alta tasa de recuperación.
Al incorporar PET al proceso de pirólisis, el equipo pudo reducir la temperatura requerida y acortar el tiempo de reacción, lo que hizo que todo el proceso fuera más eficiente. Sus hallazgos, publicados en Communications Engineering, una revista de la revista Nature, demuestran que este método escalable, eficiente desde el punto de vista energético y sin sustancias químicas no solo puede recuperar metales críticos de baterías usadas, sino también abordar los desechos de PET, lo que contribuye tanto a la sostenibilidad ambiental como a la recuperación de recursos.
Este enfoque innovador representa una solución prometedora para gestionar los residuos electrónicos, reducir el impacto ambiental del plástico y ayudar a satisfacer la creciente demanda de materiales cruciales para tecnologías ecológicas como los vehículos eléctricos.