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Los residuos plásticos están aumentando y el mercado del PET reciclado está casi al máximo. ¿Qué está causando este desequilibrio y cómo están respondiendo los gobiernos? Profundicemos en el ámbito de las regulaciones que rodean los envases de plástico y su reciclaje para verlo más de cerca. Únase a nosotros en esta exploración del panorama actual.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) declara que nuestro planeta está sumido en la contaminación plástica. Todos hemos visto imágenes de vertederos de plástico en crecimiento y océanos llenos de desechos plásticos. Actualmente, el mundo genera la asombrosa cifra de 460 millones de toneladas de plástico al año, según la OCDE. Hace dos décadas, era sólo la mitad de esta cantidad, y los expertos predicen que aumentará a 800 millones de toneladas en las próximas dos décadas. En particular, el embalaje contribuye con un importante 40 por ciento a este total.
Los plásticos de primer nivel se pueden canalizar de manera eficiente en un circuito cerrado. Tomemos como ejemplo el ciclo botella a botella, en el que las botellas de PET se reciclan y se convierten en botellas de rPET; este proceso está bien desarrollado. La afluencia masiva de botellas de PET que terminan anualmente en los vertederos de todo el mundo podría servir como una importante fuente de materia prima.
Los mercados para una economía circular del plástico están pasando apuros, y las proporciones mundiales de material reciclado en la producción aún están por debajo del diez por ciento. Hasta hace poco, numerosos países exportaban una parte importante de sus residuos plásticos, principalmente a Asia. Sin embargo, desde que China implementó restricciones a las importaciones en 2018 y otras naciones adoptaron medidas similares, el problema de los desechos plásticos ha llegado más cerca de casa. Los gobiernos ahora están tomando medidas, empleando una variedad de herramientas como impuestos, subsidios, cuotas, permisos de materiales o estándares de diseño ecológicos aplicables para frenar la afluencia de desechos plásticos.
Para afrontar la crisis del plástico, los gobiernos están implementando diversas medidas, como:
- Implementar una responsabilidad ampliada del fabricante e imponer cargos al plástico no reciclable o a los residuos plásticos. El sistema dual de Alemania sirve como ejemplo ilustrativo.
Aplicar prohibiciones sobre artículos de plástico específicos.
Impulsar las tasas de reciclaje mediante cuotas de recogida obligatorias.
Introducir sistemas de depósito para mejorar los esfuerzos de reciclaje.
En Alemania se está produciendo una notable historia de éxito: un sorprendente 98 por ciento de las botellas que requieren depósito se recogen y, de ellas, el 45 por ciento se recicla con éxito en contenedores de PET.
Los gobiernos están tomando medidas adicionales para:
- Fomentar los mercados de productos reciclados mediante cuotas obligatorias, asegurando una proporción específica de material reciclado en el producto final.
- Reducir el volumen de plástico mediante la implementación de cuotas vinculantes de reutilización.
La UE ha logrado avances sustanciales en materia de regulaciones en comparación con el escenario global. En 2018, se comprometió a adoptar una estrategia innovadora en materia de plástico, alineada con el objetivo de hacer la transición a una economía circular neutra en carbono para 2050, como se describe en el Pacto Verde. Las legislaciones clave incluyen la Directiva sobre plásticos de un solo uso y la Directiva sobre envases, lo que marca pasos importantes en este viaje transformador.
En 2018, el compromiso con una economía circular neutra en carbono para 2050 se solidificó a través del Pacto Verde, con legislaciones fundamentales como la Directiva sobre plásticos de un solo uso y la Directiva sobre envases a la cabeza.
La Directiva sobre plásticos de un solo uso en la UE introduce importantes regulaciones, que incluyen:
- Prohibición de artículos específicos de un solo uso como pajitas y vajilla desechable.
- Aplicación de una cuota de recogida obligatoria de botellas de plástico de un solo uso, con el objetivo de alcanzar hasta el 90 por ciento para 2029.
- Requisito de una proporción mínima de material reciclado, fijado en el 25 por ciento para las botellas de PET a partir de 2025, aumentando al 30 por ciento para todas las botellas de plástico para 2030.
Introducción de tapones fijados a la botella para añadir medidas de sostenibilidad.
La Directiva sobre envases y residuos de envases (PPWD) describe regulaciones cruciales, que incluyen:
- Establecer requisitos esenciales para el embalaje para garantizar que esté diseñado teniendo en cuenta consideraciones medioambientales.
- Establecer objetivos de recuperación y reciclaje de residuos de envases para promover prácticas sostenibles.
- Alentar a los estados miembros a implementar medidas para prevenir la generación de residuos de envases.
- Promover el uso de materiales de embalaje ecológicos y minimizar las sustancias peligrosas en los embalajes.
En esencia, el PPWD desempeña un papel fundamental en la configuración de un enfoque más sostenible y responsable del embalaje dentro de la UE.
Numerosos países están adoptando los estándares regulatorios de la UE, siendo España un ejemplo notable. A partir de mediados de 2023 se prohibirán en las islas españolas las anillas de plástico alrededor de los envases de latas. Además, desde el 1 de enero de 2023, España ha implementado un impuesto al plástico sobre los envases de plástico no reciclados utilizados para proteger o envolver productos, lo que indica un compromiso con las prácticas sostenibles.