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El 21 de septiembre, el coronel Mamady Doumbouya, presidente interino de la nación de África occidental, firmó un decreto que formaliza la prohibición. La regulación tiene como objetivo aliviar la presión sobre el sobrecargado sistema de gestión de residuos del país. Según un informe de WACA encargado por el Banco Mundial, alrededor del 83,5% de los residuos sólidos de Guinea se gestionan de forma incorrecta, y la generación diaria de residuos plásticos alcanzó unos 616.000 kilogramos en 2019.
La prohibición se aplica a los plásticos de un solo uso en los sectores comercial e industrial, incluidas las bolsas de plástico y los plásticos oxodegradables. Sin embargo, se ha hecho una exención clave para los envases de plástico utilizados para agua y otros líquidos, que en su mayoría están hechos de tereftalato de polietileno (PET). Esta exención reconoce el papel fundamental del PET en Guinea, en particular para envasar agua potable en un país donde el acceso al agua limpia es una preocupación importante.
El PET es liviano, duradero y, lo más importante, reciclable. Su reciclabilidad contribuye a reducir el impacto ambiental, ya que el PET puede convertirse en PET reciclado (rPET) y reutilizarse en nuevos productos, en línea con los objetivos globales de sostenibilidad. El sólido potencial de reciclaje del PET lo convierte en una opción ambientalmente más sostenible en comparación con otros materiales plásticos, lo que le permite respaldar una economía circular en regiones como Guinea, donde los materiales de embalaje alternativos pueden ser escasos.
Además de los envases de agua, el decreto también exime los plásticos de un solo uso utilizados para servicios esenciales, como en los sectores médico, agrícola, militar y de recolección de residuos.
El decreto establece un período de transición de seis meses para que las empresas vendan sus existencias de plásticos prohibidos. Mientras tanto, los fabricantes de plástico tienen hasta dos años para cumplir plenamente con las nuevas regulaciones. Según datos recientes, Guinea no produce plásticos a nivel nacional. La industria de conversión de plásticos del país procesó 15.000 toneladas de resina en 2018 (incluidas 1.000 toneladas de PET) y 17.000 toneladas en 2019 (de las cuales 1.000 toneladas eran de PET). Guinea depende en gran medida de los plásticos importados, con 51,9 millones de kilogramos de plásticos importados en 2019, la mayoría de los cuales eran polietileno (PE) y polipropileno (PP), que juntos representaron el 90,2% de las importaciones.
El coronel Doumbouya declaró en un discurso televisado que las empresas o individuos que no cumplan con la prohibición enfrentarán multas administrativas, aunque no se revelaron los montos específicos de las sanciones.
Esta medida se produce después de que Guinea fuera suspendida de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), tras el golpe militar de septiembre de 2021 que derrocó al expresidente Alpha Condé. La suspensión ha aislado a Guinea del comercio regional, lo que hace que sus cambios regulatorios sean aún más significativos en un momento en que el país se esfuerza por abordar los desafíos internos de forma independiente.